miércoles, 6 de diciembre de 2006

Lo que escondes


Nadie sabe, Sidel, lo que escondesNo es difícil que alguien huya
a traspasarte…

no es tan fácil al igual
ver tu reflejo...


¿No te has visto, acaso
cuando andas?
¿No has notado
la nostalgia de tus dedos?


O esa angustia de mirar por las ventanas
y el suspiro que te hincha
ingrato el pecho.

Todos siguen la silueta que te augura
y sonríen porque ríes tú con ellos

Mas no saben,
que en el fondo nace trueno,
que desvía y enloquece sin remedio.

Nadie sabe, Sidel, no te engañes…


nunca han visto que los árboles

se quiebran
ni la lluvia que te esconde
en la madera.
Ni han sentido que te mueres
poco a poco
y que naces otras tantas
sin quererlo.


Y tú, que sientes anchas
las murallas y los techos,
que nunca sales del camino enrojecido

Te derramas

y no sabes donde hallarte…

te desnudas

y te adueñas de algún cuerpo.
Y quedan grandes las ideas
que te formas,
si de un paso botas todo
y vuelves luego.



Nadie sabe,

¡que tristeza! ¡Nadie sabe!…
pero tu cuerpo es largo

y tú lo sientes como nunca…

y las heridas que no sanan ni se esconden,
se intercalan con la sangre

que te brota
...de la vida que se aferra
a lo que venga.



(...
)
Calla, calla… niña,

calla... no te escondas

Alguien sabe, o lo supo algunas veces…


Mas…

¿De qué sirve?... si ahora es noche

… y estás sola.


1 comentario:

víctor (el gato estepario) dijo...

No sé como he llegado hasta aquí.
Buen poema.